miércoles, 14 de agosto de 2013

La hipocresía ecologista (consciente o no)

Hace poco he leído las siguientes afirmaciones en boca de un autor famoso (uno entre miles que afirman lo mismo):

"El conocimiento de estos errores [ecológicos] puede ayudarnos a los humanos globalizados del XXI a detener el proceso de colapso de nuestra sociedad y nuestra especie:

La deforestación y la destrucción del hábitat
Los problemas de suelo (erosión, salinización y reducción por ello de la fertilidad y productividad)
Los problemas y errores en la gestión del agua (escasez, contaminación, tratamiento de aguas residuales)
Sobreexplotación de la caza
Sobreexplotación de la pesca
[...]"

Siempre me hacen gracia estas afirmaciones...cómo si la racionalidad humana pudiese actuar contra la irracionalidad intuitiva latente en nosotros y al orden de los preceptos evolutivos.

No comprenden que el conocimiento racional jamás va a poder rebatir la fundamental base génica de nuestro comportamiento:

En el fondo lo que impera es la supervivencia al corto/medio plazo: sobrevivir aquí y ahora, ya que el futuro es incierto. Eso es lo que nuestros genes llevan inscrito, y es lo que hacemos, y haremos durante lo que perdure nuestra especie: obedecer a la biología.

Por ejemplo:

- Si tengo familia con hijos, yo voy a trabajar en una central térmica (o en un pesquero o una explotación agrícola industrial) aunque sepa que estoy destruyendo el planeta: lo importante es que mis hijos coman hoy, y no voy a dejar a mis hijos pasar hambre (o malnutrición) para que dentro de 1000 años pueda o no comer alguien (ya que el futuro es incierto).

- Además hay que tener en cuenta el importante hecho de la escasez de recursos en la Tierra: Si hay un caladero de pesca en el mar...si no lo arraso yo, lo hará el país (comunidad o municipio) más cercano, por lo que mejor acaparo yo el recurso para beneficio mío y de los míos, antes de que lo haga el otro.

El problema de fondo con todo este tipo de propuestas ecologistas es siempre el mismo: la utopía racional (o la hipocresía inconsciente o consciente, según el caso). Siempre es gracioso ver a ecologistas activistas, llevando al colegio a sus hijos en todoterrenos, mandando mensajes electrónicos con un iPad (o similar), con teléfonos de última generación, con ropa (de marca o no) proveniente de la esclavitud de trabajadores del tercer mundo, comprando comida en supermercados (la cual se acapara de productos de proveedores de segura procedencia industrial), etc.

Las mismas personas que racionalizan y comprenden que nos estamos cargando el mundo (hecho innegable), luego no son capaces de evitar comprar en una tienda el pescado (o fruta/verdura) que provienen de la misma sobreexplotación que rechazan. Quieren que se deje de pescar en masa, pero no quieren luego tener que ir con una caña a pescar una trucha al rio, o que alguien se la pesque al por menor, y tener que pagar por ella 100€: no comprenden el funcionamiento del mercado, y la relación que la demanda y la oferta tienen en el precio o coste de un producto (y no me refiero al capitalismo).

Yo veo, como digo, una clara e inevitable inconsistencia e incongruencia, entre el conocimiento racional y nuestra realidad evolucionista, que es la que determina en última instancia la conducta del individuo.

Ocurre algo similar a cuando vemos a un sacerdote o sacerdotisa (monja o lo que sea) entrando desesperado en un centro de salud o solicitando ayuda médica urgente: racionalmente reniegan de la ciencia y sus consecuencias (fundamentalmente de la rama de la biología del a que la medicina se nutre), pero luego no tienen más remedio que aceptar (obedecer) sus preceptos evolutivos y acudir en ayuda (real) ante una situación de peligro para su supervivencia.

Bueno, no me extiendo más.

Un cordial saludo, amigos.