viernes, 14 de febrero de 2014

El mito de Sísifo, de Albert Camus


Me gustaría recomendaros un libro que acabo de terminar de leer y que, para mí, ha supuesto una completa revelación: "El mito de Sísifo, de Albert Camus".

Es algo increíble. Una obra que recordaré toda mi vida. Si no tenéis nada que leer, os la recomiendo, como nunca le he recomendado algo a nadie: aquí tenéis un resumen por si no estáis seguro de si os gustará el tema tratado: http://es.wikipedia.org/wiki/El_mito_de_S%C3%ADsifo

Gran parte de nuestra vida está fundamentada en la esperanza en el mañana, a pesar de que el mañana nos acerca más a la muerte. Las personas viven como si no tuvieran la certeza de la muerte.

Una vez despojado de sus romanticismos comunes, el mundo es un lugar extraño e inhumano; el conocimiento verdadero es imposible y el uso de la razón y la ciencia no pueden explicar el universo: sus intentos terminan siempre en abstracciones sin sentido, en metáforas. “Desde el momento en que se le reconoce, el absurdo se convierte en una pasión, en la más desgarradora de todas.”

No es el mundo el que es absurdo, tampoco el humano: el absurdo surge cuando la necesidad del humano por entender se encuentra con la irracionalidad del mundo, cuando “mi apetencia de absoluto y de unidad”, se encuentra con “la irreductibilidad de este mundo a un principio racional y razonable.”

Camus esboza el mito de Sísifo, quien desafió a los dioses y como castigo le dan la tarea de cargar una roca hasta lo más alto de una montaña, desde donde la roca cae; y Sísifo debe regresar a la parte baja de la montaña para volver a cargar la roca hasta lo más alto, y así por toda la eternidad.

“El obrero actual trabaja durante todos los días de su vida en las mismas tareas y ese destino no es menos absurdo. Pero no es trágico sino en los raros momentos en que se hace consciente.”

Camus se muestra interesado en los pensamientos de Sísifo mientras marcha de regreso a la parte baja de la montaña, a comenzar de nuevo. Ése es el momento verdaderamente trágico, cuando el héroe se vuelve consciente de su condición miserable. No tiene esperanza, pero “no hay destino que no se venza con el desprecio.”

Reconocer la verdad la conquistará; Sísifo, igual que el hombre absurdo, continúa empujando.

Y aquí viene la clave de su filosofía:

Camus asegura que cuando Sísifo reconoce la futilidad de su tarea y la certeza de su destino, es liberado para darse cuenta de lo absurdo de su situación y para llegar a un estado de aceptación. Con un guiño al héroe griego condenado de forma similar, Prometeo, Camus concluye que “todo está bien”, y que “hay que imaginarse a Sísifo feliz.”


Un saludo.


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